¿Has considerado los daños que el sol puede causar a tu piel? Despeja tus dudas en este artículo y prepárate para saber la mejor manera de proteger tu piel en todo momento.
Todos los días la piel se expone a muchos factores que afectan su flexibilidad y luminosidad tales como la contaminación, el maquillaje o a procesos naturales de renovación e hidratación.
En este contexto, el sol juega un papel muy importante en el cuidado de la dermis, ya que hay muchos temas de salud que se relacionan con los rayos UV como el cáncer de piel, o bien temas de estética como aparición prematura de líneas de expresión o manchas en la dermis.
Existen muchas creencias alrededor de la exposición de la piel a los rayos del sol, hay algunas que son totalmente ciertos u otras que carecen de validez científica.
Mitos, realidades y más
Vamos a despejar algunas de las creencias más comunes y populares que engloban el efecto del sol sobre la piel.
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“El sol no afecta negativamente a la piel porque es una fuente natural para broncear la piel”.
Esto es totalmente FALSO. Es cierto que el sol impulsa la producción de melatonina y de la vitamina e, pero es necesario utilizar un tipo de protección al exponer a la piel por tiempos prolongados a los rayos del sol.
Al no tener los cuidados necesarios, la piel comienza a dar señales de los daños que se han producido como manchas, líneas de expresión, pecas o hasta cáncer en la piel.
Cabe mencionar que la Academia Americana de Dermatología sugiere que los rayos que menos causan daños a la piel son los de las primeras y últimas horas del día.
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“En un día nublado, la piel no sufre daños”.
Este es uno de los mitos más comunes, y es FALSO. Aunque no lo creas, los rayos UV son capaces de traspasar las nubes, lo que causa el mismo efecto en la piel igual que un día caluroso, aunque con menos impacto. Es por eso importante utilizar un protector solar aún en días nublados y proteger la piel de daños irreversibles a largo plazo.
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“Existen muchos tipos de filtros solares, solo basta con encontrar el adecuado”
Es una REALIDAD, utilizar un protector solar debe ser un hábito en todas las personas que se expongan al sol por tiempos prolongados, sin embargo, se recomienda utilizar uno que un especialista señale, ya que se deben tomar en cuenta varios factores como tono y tipo de piel, las zonas a las cuales se va a aplicar el producto y los factores ambientales a los que se expone la piel con regularidad.
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“Si ya me he bronceado, ya no hace falta protegerme del sol”
Esto es totalmente FALSO. Cuando la piel está bronceada es cierto que se forma una ligera capa protectora de los rayos UV, pero esta protección no exime a la piel de daños que se provocan si se expone a la piel al sol por más tiempo de lo recomendable y sin el uso de una crema o producto solar.
Si duda alguna el sol proporciona beneficios a la salud; sin embargo, es recomendable acudir siempre a un especialista en materia, quien nos indicará los mejores hábitos y productos que ayudan a tener una piel hidrata, cuidada y humectada, además de la mejor manera evitar enfermedades como el cáncer de piel.
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