¿Conoces esa sensación, generalmente después de comer, de ardor o quemazón en el estómago? En medicina ese dolor se llama pirosis y tiene que ver con la regurgitación de líquido estomacal cargado de ácido, que puede ascender hasta tu faringe. Este es el síntoma principal del reflujo gastroesofágico.
Si sientes acidez de 1 a 2 veces por semana o diariamente deberías consultar con tu médico clínico y acudir a hacerte estudios. El RGE puede irritar el tubo de deglución y dañar tu sistema digestivo, además de llegar a ser insoportable.
Síntomas y explicación del Reflujo
Es probable que estos síntomas se sientan con más fuerza a la hora de dormir o al flexionar el tronco, y especialmente después de consumir alcohol aunque no necesariamente. También suelen ir acompañados de problemas relacionados a la irritación de la laringe como tos carraspera o afonía.
Hay un anillo de fibras musculares ubicado en la parte inferior del esófago que se llama esfínter esofágico inferior (EEI). Su función es evitar que el alimento ya deglutido vuelva a subir, pero hay casos en que no se cierra de manera correcta. Ahí es cuando se manifiesta el reflujo gastroesofágico.
Tratamiento
Lo correcto para darle tratamiento a esta enfermedad es atender a las indicaciones médicas. Estas pueden ser: tomar antiácidos u optar por fármacos procinéticos que mejoran la función digestiva y bloquean la secreción ácida del estómago.
Otra opción es evaluar la posibilidad de otras causas, como el consumo excesivo de alcohol, obesidad, esclerodermia o tabaquismo. Muchas veces el reflujo tiene que ver con malos hábitos que pueden ser corregidos.
También puede haber causas más complejas como una hernia de hiato, o la necesidad de practicar una funduplicatura en el esófago. En estos casos, la única alternativa posible es la intervención quirúrgica.
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Recuerda que toda la información aquí presentada es de carácter informativo. Nuestra recomendación es que ante cualquier sospecha relacionada con este padecimiento, consultes a tu médico de cabecera.